Sobre la distinción entre ética y moral por Gustavo Ortiz

 En el texto mencionado, el filósofo mexicano Gustavo Ortiz Millán, nos da una pasada rápida por lo que es la ética y la moral. Nos habla del aparente mal uso de estos términos en conversaciones diarias, en el que, parece no estar claro o que se desconoce cuál es el verdadero significado de cada uno de estos, ¿serán lo mismo? ¿A qué me referiré cuando digo moral o ética? Estas interrogantes las responde el filósofo en este artículo de la manera más minuciosa posible, a través de indagar entre definiciones etimológicas, sociales, incluso filosóficas, para así, mostrar y exponer sobre si realmente existe una distinción entre ética y moral. Por esto, Ortiz (2016) concluye la primera parte de artículo acotando que: “Creo que cotidianamente estos términos suelen ser más o menos intercambiables y que no tendríamos por qué regular su uso, más que para propósitos específicos de teorías éticas particulares.”

 

Como alguna idea secundaria, podemos encontrar la interrogante sobre si la etimología nos impone ciertas conceptualizaciones o significados de lo que realmente es la ética y la moral, a lo que Ortiz plantea en este artículo la definición de los conceptos de lo que es lo “ético” y lo “moral”, expresando que, verdaderamente estas son variables, es decir, que estas pueden contar con múltiples, e incluso, nuevos conceptos que, dependerán del contexto en el que son utilizadas, como, por ejemplo, si nos referimos a lo individual o lo social. Para llegar al fondo de cada concepto para quedar claros sobre a qué se refieren, Ortiz desmenuza completamente cada uno de los conceptos, obteniendo que, por una parte, etimológicamente, “ética” (del griego), tiene que ver con los hábitos, las costumbres de cada ser y el carácter (por eso, socialmente, se asocia la ética con la autonomía). Mientras que, por otra parte, “moral” (del latín), tiene que ver con las maneras, modo, e igualmente de las costumbres. Como podemos ver, ambas (por más que tengan que ver desde perspectivas diferentes) tienen que ver sobre lo mismo, es decir, ambas trabajan con el comportamiento humano: sus actos, sus costumbres y forma de hacerlo, y es aquí donde Ortiz discute sobre mencionada conceptualización, expresando que, incluso desde sus etimologías no existe diferencias suficientes como para clasificarlas como dos cosas opuestas; es por esto que el filósofo las caracteriza por ser de definiciones especulativas, ya que, sus conceptos no dependen de su etimología, por lo que, pueden ser cambiantes. En base a todo eso, su argumentación se basa en la indiferencia que realmente existe entre la ética y la moral, ya que, aunque parezcan cosas distintas, cuando se define cada una de ellas a fondo, encontramos mucha similitud entre ambas. Ortiz (2016) defiende su argumento explicando que:

 

Etimológicamente los dos términos no difieren mucho uno del otro, tienen significados muy semejantes. No parece haber habido un sentido diferenciado de los términos "ética" y "moral" en el mundo clásico (…) Finalmente, y más importante tal vez, el origen etimológico de una palabra no tiene por qué fijar su significado: muchas palabras tienen actualmente significados diferentes o incluso opuestos a los que tenían las palabras de las que provienen etimológicamente, y eso no quiere decir que tendríamos que modificar el significado actual para hacerlo coincidir con su origen.

 

Gustavo Ortiz, en su artículo, hace referencia a múltiples pensadores exponentes de sobre lo que es la ética y la moral, como, por ejemplo, principalmente al filósofo inglés Peter Frederick Strawson, puesto que, para este pensador si existe una distinción entre lo ético y lo moral, y sobre esto habla en su artículo titulado “Moralidad social e ideal individual” en el que, claramente, habla sobre la moralidad como fundamento de la vida social y sobre la ética como pilar de nuestros ideales individuales. También, nos menciona al filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel que, a diferencia de Strawson, efectivamente si nos muestra un punto diferenciador entre ética y moral, pero, Hegel no nos puesta esta diferencia como un punto diferenciador, si no, más bien, como un punto complementario, ya que, con la ética se refiere a la base de las costumbres comunitarias, es decir, a nuestros hábitos, nuestro día a día, a lo que debemos hacer de una forma determinada para lograr vivir en comunidad, mientras que, con la moral, se refiere a todo aquello que no es parte de nuestras costumbres, pero que, con la voluntad racional individual, nos permitirá actuar de la manera en la que le demos continuidad a nuestros hábitos guiados por la ética.

 

Finalmente, Gustavo Ortiz Millán pretende exponer es que, estos términos, como lo son “ética” y “moral”, son conceptos que, su definición es tan variable que no se es necesario encasillarlas en solo una conceptualización, a menos que, sea exactamente justo y necesario, como para desarrollos profundos sobre el tema, que, pudieran utilizarse las distinciones que plantean Hegel o Strawson; pero para el uso cotidiano, parece no tener sentido canalizar a cada una por separado. Ortiz (2016) expresa que:

 

He tratado de argumentar que ni la etimología ni alguna tradición filosófica nos imponen una determinada manera de entender los términos "ética" y "moral". Se trata de una distinción estipulativa que ha cambiado según la han usado los filósofos (mayormente los filósofos contemporáneos). Asimismo, he argumentado que usualmente se ha visto la distinción entre estos términos de modo paralelo a la distinción entre individuo y sociedad.

Entradas más populares de este blog

Husserl y fenomenología

¿Pueden los computadores pensar?