Análisis de la “Idea de una historia universal en el sentido cosmopolita”

 

El filósofo Immanuel Kant, al hacer su texto llamado “Idea de una historia universal en el sentido cosmopolita” busca nomás que dejar plasmado su pensamiento sobre la filosofía de la historia, por lo que, divide este en nueve principios para dejar así expuestos fundamentos de la sociedad. Kant, encuentra la necesidad de exponer dicho planteamiento, puesto que, en su texto podemos encontrar múltiples problemas sociales que, tienen que ver con nuestra historia, por lo que, son cosas que podemos identificar con nuestra actualidad y a partir de este texto, saber cómo manejarlas.

Kant presenta en el texto una preocupación sobre el camino de la sociedad, puesto que, es inevitable que nuestra historia desde el principio de la humanidad no haya rastros en nuestras conductas, tanto personales como sociales, es por esto que, Kant expone algunos principios con los que se puede llevar a cabo un desarrollo de la sociedad adecuado para nuestra civilización actual.

Como primer principio, Kant presenta, antes que nada, la importancia de la capacidad cognitiva e identificación de seres racionales, es decir, la especie humana, como una especie consciente de sí, tenemos el deber teleológico del autoconocimiento para así, poder entender y expandir nuestra mente cada vez más en pro de nuestro desarrollo como sociedad.

Como segundo principio, Kant nos plantea la colectividad como la clave del desarrollo, es decir, que e desarrollo del ser humano se hace en conjunto, socialmente, no individuamente. Al tener la capacidad de raciocinio de nuestro lado, nos permite realizar actividades que nos permitan ir evolucionando en nuestro desarrollo, sin embargo, eso solo ocurrirá si todo lo aprendido en dichas actividades o procesos evolutivos son compartidos de generación en generación trabajando bajo el concepto de la colectividad.

Continuando con el tema racional evolutivo del hombre, Kant expone como tercer principio la concientización de las capacidades que tenemos al tener a la razón como parte de nosotros. La naturaleza nos ha premiado con la razón, es por esto que, debemos de alguna manera ser agradecidos y devolverle el favor, siendo conscientes de ello, viviendo en una sociedad justa y permitirnos adquirir todos nuestros conocimientos mediante la lógica, es decir, a través de la razón; esto nos permitirá vivir civilizadamente. Sin embargo, en la actualidad, por ejemplo, podemos encontrar aquí una pequeña contradicción, puesto que, el ser humano, naturalmente “social” busca ser un ermitaño.

Cómo solución a dicho asunto, Kant, expone su cuarto principio que, tiene que ver con la vida en sociedad. El ser humano, por naturaleza, desde sus orígenes ha sido un ser que vive en comunidad, de hecho, está comprobado científicamente que el ser humano no puede vivir cuerdamente como cualquier especie animal solitaria como los osos, por ejemplo, por lo que, es necesario que la especie humana se mantenga en sociedad para tener efectividad completa de los procesos evolutivos.

Ya en el quinto principio, Kant sigue estando consciente que el tema de la aceptación a la vida social, a medida que pasa el tiempo, cada vez más se hace más difícil de aceptar, pero es ahí donde debemos empezar a pensar bajos los anteriores principios ya mencionados y concientizar que, la aceptación de la vida en comunidad (aunque no queramos) es el primer paso para darle inicio a nuestro proceso evolutivo y a nuestra vida en sociedad civilizada.

En el sexto y séptimo principio, Kant plantea una solución a estos problemas de integración que, pudieran parecer ser problemas de conductas, por lo que, Kant muestra la necesidad de que haya una figura autoritaria dentro de la sociedad, para así, tener más seguridad de la efectividad de la civilización y lo importante que es mantener la armonía entre la sociedad y los que gobernarán a esta.

Finalmente, como octavo y noveno principio, Kant concluye con que, para nuestros días y por los que están por venir, la historia de la humanidad es increíblemente importante, porque, es la que nos indica como una especie de plan que nos conduce a nuestra constante evolución, es decir, es la que, indirectamente, al conocer la historia, nos indica que el trabajo y la vida en colectivo es la clave para llegar a ser la sociedad ideal; y solo somos nosotros, la especie humana quienes tenemos la posibilidad de buscar y lograr los cambios que deseamos.


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